Un edificio de viviendas o una vivienda unifamiliar se compone de cimientos, estructura, muros exteriores, separaciones interiores (ejemplo entre dos plantas del edificio), sistemas de transporte vertical (escaleras y ascensores), dispositivos de comunicación y sistemas de suministro de agua y de energía.
Cuando se realiza una rehabilitación desde el punto de vista de la eficiencia energética se consideran principalmente: la envolvente térmica (muros exteriores y separaciones interiores) y las tecnologías de consumo energético (sistemas de suministro energético). La envolvente térmica de un edificio incluye el tejado o cubierta, los muros, suelos, las ventanas, las puertas y particiones interiores que separan espacios habitables de los no habitables.
El comportamiento energético depende de:
La rehabilitación energética de un edificio de viviendas deberá tener en cuenta, entre otras, las siguientes mejoras: