A continuación, se muestran las principales ventajas y usos de sistemas de calefacción con etiquetado A o superior en relación a las calderas de condensación, bombas de calor y redes de calor (district heating)
Las calderas de condensación funcionan calentando agua mediante combustión de gasóleo o gas natural y aprovechan la condensación del vapor de agua contenida en los humos por lo que son más eficientes que una caldera convencional. El rendimiento es superior al 97%. Pueden dar solo calefacción o calefacción y ACS (calderas mixtas) y ser murales (se instalan sobre pared normalmente en tendedero o cocina) para un apartamento o piso. En el caso de una vivienda de mayor tamaño (casa, chalet adosado) y bloque de pisos se usan calderas de pie como se muestran en la imagen.
Una bomba de calor es un equipo que toma energía del aire por ej. y la envía a otro ambiente o lo utiliza para calentar un fluido.
Las más utilizadas y eficientes son las bombas inverter Su funcionamiento es el siguiente: en lugar de arrancar y parar frecuentemente para obtener la temperatura media deseada, con el sistema inverter el compresor va modificando su velocidad y su potencia, lo que ayuda a mantener constante la temperatura de confort programada para una estancia y ahorrar energía eléctrica que consume la bomba
La mayoría de las redes en España suministran calor, algunas también ACS y algunas suministran calor y frio, sobre todo en la zona mediterránea norte. Una red de calor, frio y ACS funciona mediante una central en la que se instalan las calderas produciendo energía térmica y ACS, equipos acumuladores de ACS, red de distribución a las subestaciones que suministraran la energía a varios bloques y viviendas el calor o el frio y el ACS; para conseguir frio se precisan además torres de refrigeración